Kosme Fernández y el Ciclón Epsilon

A finales de octubre de 2020, la llegada del Ciclón Epsilon a la costa vasca trajo consigo una de las marejadas más potentes en años. Un swell masivo que despertó rompientes que solo aparecen en condiciones extremas y que puso a prueba a quienes se atrevieron a entrar al agua. Entre ellos, Kosme Fernández, que tras un intento fallido el día anterior, encontró las condiciones perfectas y supo aprovecharlas al máximo.

Cuando supimos que el Ciclón Epsilon se acercaba a la costa vasca, sabíamos que estábamos ante una oportunidad única. Los mapas de previsión no dejaban lugar a dudas: se avecinaba una de las marejadas más grandes de los últimos años. En esos días previos, Kosme Fernández nos habló de la posibilidad de surfear una ola especial cerca de la bahía de Plentzia, un spot que solo se activa en condiciones extremas.

Sin dudarlo, decidimos acompañarle. No queríamos solo capturar la acción, sino documentar todo el proceso: la espera, la preparación, la toma de decisiones y, por supuesto, el momento en el que todo encaja y el mar da su recompensa.

Una rompiente especial, solo para uno

Las condiciones eran brutales. El primer baño lo hicimos en una rompiente que rara vez despierta, una ola solitaria y poco conocida que Kosme había estado observando en los días previos.

Entró solo, sin referencias, sin más ruido que el del mar estrellándose contra la costa. Desde nuestra posición, lo seguimos en cada remada, en cada bajada, en cada maniobra donde la fuerza del océano ponía todo a prueba. La conexión entre surfista y mar era absoluta.

El pico de Mekakoz al máximo

Con el mar bajando de tamaño, Kosme nos llevó al segundo escenario de esta historia: Meñakoz, uno de los picos más emblemáticos de la costa vasca. Esta vez, el ambiente era diferente. El line-up estaba más concurrido, con surfistas locales y visitantes buscando su oportunidad en olas que aún mantenían tamaño y fuerza.

Aquí, la experiencia y el conocimiento del spot marcaron la diferencia. Kosme eligió bien sus olas, remó con decisión y bajó con la precisión que le caracteriza. Nosotros estábamos allí, atentos a cada momento, inmortalizando la sesión desde el agua y la orilla.

Un proyecto para recordar

Epsilon fue una marejada especial, no solo por su tamaño, sino por las oportunidades que brindó. Desde Basques Eye, no solo quisimos capturar imágenes espectaculares, sino contar la historia completa: desde la planificación hasta la última ola surfeada.

Este es nuestro testimonio de dos días intensos, donde el surf, la naturaleza y la mirada de nuestra cámara se unieron para documentar algo único.

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