El fotógrafo de trail running, ese corredor silencioso con cámara
Mientras los corredores están pendientes del desnivel, del pulso y del cronómetro, hay alguien que también madrugó, cargó su equipo a la espalda y se internó en el monte con un solo objetivo: sacar la mejor foto posible de tu paso por la carrera. Ese alguien es el fotógrafo de trail running, y su trabajo va mucho más allá de apretar un botón.
Subir con el equipo a cuestas… y sin dorsal
Uno de los mayores retos para un fotógrafo de trail running es llegar a los puntos clave del recorrido antes que los corredores. Esto implica estudiar el trazado, identificar zonas fotogénicas, calcular tiempos y, sobre todo, caminar (o correr) con varios kilos de equipo encima: cámara, objetivos, baterías, agua, ropa técnica, comida, y muchas veces sin apoyo logístico.
En carreras con lluvia, viento o niebla, la dificultad aumenta: el material debe protegerse y seguir funcionando en condiciones extremas, y el fotógrafo debe estar preparado física y mentalmente para mantener el ritmo durante varias horas.
Esperar bajo la lluvia, el viento o el calor… sin perder la sonrisa
Los corredores pasan por los puntos de control en minutos, pero el fotógrafo puede estar esperando allí mucho antes y quedarse mucho después. Esto significa horas de inmovilidad, cambios de temperatura y luz, y una vigilancia constante del entorno para no perder el momento clave.
En muchas ocasiones, el lugar elegido ni siquiera tiene cobertura. No hay forma de saber si el grupo de cabeza ya ha pasado o si se ha producido algún retraso. Solo queda confiar en la planificación y en la intuición adquirida con la experiencia.
Buscar la emoción, la épica y la historia en cada imagen
No basta con que el corredor aparezca enfocado. El fotógrafo de trail running busca capturar el esfuerzo, la belleza del entorno, la emoción del instante. Para ello, debe prever el gesto, dominar la luz cambiante del bosque o la montaña, encontrar un encuadre diferente y decidir en milésimas de segundo cuándo disparar.
Al volver a casa, toca revisar cientos de imágenes, seleccionar las mejores, editarlas y entregarlas en tiempo récord para que corredores y organización puedan disfrutar del recuerdo cuanto antes.
Sin foto, no hay historia
Cada vez que compartes una imagen tuya cruzando un arroyo, subiendo una cresta o entrando en meta con una sonrisa, estás contando una parte de tu historia como corredor. Pero también estás mostrando el trabajo silencioso de alguien que estuvo allí, probablemente solo, esperando el momento perfecto para congelarlo en una imagen.
Valorar el trabajo de un fotógrafo de trail running es entender que detrás de cada foto hay un trayecto paralelo, una carrera sin dorsal, igual de exigente y apasionada.
En resumen: ¿Qué hace un fotógrafo de trail running mientras tú corres?
- Planifica rutas y puntos estratégicos antes del evento.
- Camina o corre con el equipo a cuestas durante horas.
- Soporta las condiciones meteorológicas sin perder atención.
- Busca encuadres creativos y momentos únicos.
- Edita y entrega el material en plazos muy ajustados.
¿Eres fotógrafo o deportista? Tanto si estás empezando como si llevas tiempo en esto, cuéntanos qué parte de este trabajo te sorprende más o con cuál te identificas.
Y si quieres ver cómo es una carrera desde nuestro objetivo, puedes leer la crónica de la Apuko Igoera o descubrir nuestra entrevista sobre fotografía de trail en la SER.